Hay numerosos cambios que
ocurren en el mundo de tu alrededor y que son responsables de que no
entiendas una mierda. De todos los cambios, el más responsable de tu
situación son las modas, las corrientes ilógicas que hacen que
todos los peces acaben en un mar extraño y que las truchas remonten
hacia ninguna parte.
De todas esas modas, la peor y más
ambigua, la que más te desconcierta, son las modas en la forma de
hablar. Están basadas en lumbreras que salen en los programas de
televisión y que crean expresiones nuevas a base de utilizar mal las
que ya existen.
De todas las personas a las que les
afectan las modas, las peores son las chicas que te interesan. No es
que realmente sea así, sino que son las únicas a las que escuchas.
Al final no las entiendes, no sabes si las señales que te envían
son buenas o malas, y por más que traten de explicarse, tu confusión
va en aumento. Por eso necesitas estas pequeñas reglas para traducir
todas esas cosas que dicen mal.
La mayoría de las veces, lo que dicen
no tiene nada que ver con lo que quieren decir. Cuando dicen que
“quieren mandanga”, y tu cabeza viaja al siglo pasado, a aquel
video del Fari cantando sobre el tetrahidrocanabinol, sencillamente:
te equivocas. Te equivocas porque para los neo-modernitos, aquellos
alternativos que solo se distinguen de sí mismos, la maría ya no es
transgresora, así que no hace falta una palabra para ocultar su
consumo. Así que ahora la mandanga pasa a significar aquello que
pueden significar todas las palabras. Las chicas no quieren mandanga,
quieren polla. Así que esta primera traducción es especialmente
importante, porque es de las pocas veces que van a pedirte
precisamente lo que quieres darles. Otra expresión que han
retransformado es aquello de “un par de copas de más”. Lo que
para nosotros siempre a significado “me he bebido la botella entera
y voy tan borracho que no puedo sostenerme”, para ellas ahora
significa “he probado media copa de un amigo y ahora estoy
perrísima”. Aunque el tema de la bebida siempre ha sido difícil
de interpretar, ahora lo tenemos un poco más fácil: si aun twittea
sin faltas de ortografía, está perfectamente. Si twittea
gilipolleces con mil faltas de ortografía, o es famosa o está
borracha.
Pero hay otras veces, las menos, que
dicen precisamente lo que quieren decir. Y esas veces son las
jodidas, porque tú, esperando algún tipo de artimaña a las que te
han acostumbrado, disparas la imaginación para intentar interpretar
la mente del cervatillo. Por ejemplo, cuando dicen: “No eres tú”,
quieren decir justo eso: no eres tú...al que se quieren pinchar.
Cuando te dicen “necesito un tiempo”, dicen justo eso: necesitan
un tiempo, el que tarde el otro tío en echarles el polvo que quieres
echarles tú. Como te habrás imaginado, siempre que las cosas suenan
a lo que son, falta información. Y es que el neutro “estoy
deseando irme a la cama” puede empeorar para convertirse en un
“estoy tan cansada que estoy deseando irme a la cama”, o mejorar
hasta un “siempre que bebo un par de copas de más acabo deseando
irme a la cama”.
Hay otras expresiones clásicas cuyo
significado ha evolucionado. Ahora “tenemos que hablar” significa
estás jodido.”Es complicado” es la fórmula elegida para decir:
me follo a un amigo. “Tengo una relación abierta” es una
expresión más utilizada de lo que cabría esperar, y que viene a
decir: le pongo los cuernos a mi novio continuamente y no se huele
nada. El mítico “es un tío súper maduro” es una forma de decir
que el George Cloney en cuestión tiene un Audi, pero sin perder la
careta de gafapaster.
Desde el Buitre Beodo nos comprometemos
a actualizar con cierta frecuencia los códigos jeroglíficos de las
presas para que no tengas que calentarte la cabeza más que el
traductor de Mariano Rajoy. Pero como norma general recuerda que, lo
que parece un pato, huele como un pato y hace cuack, suele ser un
pato. Así que fijate bien en el tipo de gilipolleces que diga el
cervatillo herido. Pueden evitar que acabes hincándole el diente a
un pato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario