sábado, 17 de marzo de 2012

La mujer MSN

Te fijas en una pivita una noche, un cervatillo de estos que se quedan mirando todos los tigres de la sabana como si con sólo mirarla ya la fueran a clavar el diente, y lo que no es el diente. Tú, que aunque no seas un tigre tampoco eres una hiena, utilizas la estrategia del cocodrilo, y esperas a que ella se te acerque antes de atacar. La conoces, tomáis algo y, por supuesto, no invitas porque no lo ves muy claro. Que tampoco hay que ser tonto.

El caso es que durante toda la noche tú lo intentas y lo intentas, ahí, constante, al acecho. Intentas sacarle algún comentario picarón, alguna risilla. Si se ríe de una broma sobre tu polla, ya lo tienes todo hecho. Pero, ¡qué cabrona! Ni se ríe ni se enfada, ni asiente ni desmiente. UNA SOSA. Al final, cansado, cachondo, pero seco, te vuelves a tu casa, no sin antes pedirle su número. Por si acaso, mejor le pides también el twitter y la sigues, que así no te engaña. 

A la mañana siguiente, después de beberte 6 litros de agua en un intento desesperado por quitarte ese sabor a whisky de lo más interno de tu ser, consigues acordarte de que anoche no pillaste ni un poquito, y de la chica en cuestión. Empiezas a mantener con ella una lucha encarnizada, casi a muerte, una especie de batalla a contrarreloj intentando establecer entre los dos una línea de comunicación segura para hablar tranquilos. A ver si sobria es más fácil de cazar...

Y para tu sorpresa: ¡sí! Es más maja, más agradable, te hace ella hasta algún complidillo, saca esa falsa modestia que solo ellas consiguen hacer tan poco convincente cada vez que le haces un piropo. Empezáis a hablar, a contaros cosas, bromas sobre sexo... Te dice que a ver si os veis otra vez, aunque mañana no pueda porque su tía-abuela la del pueblo ha venido a la ciudad. Al final, te acuestas a las 3 de la mañana pensando que eres un triunfador, que la tienes en el bote. Joder tronco mira que eres tonto.

Te levantas y tienes un toque, una llamada, un mensaje suyo.... "¡Esta quiere polla!" piensas. Es aun más maja, más agradable, te hace cumplidos, y saca esa falsa modestia que solo ellas consiguen hacer tan poco convincente cada vez que le haces un piropo. Empezáis a hablar y pasáis directamente al "pues podíamos vernos" (en todas sus posibles variantes: "A ver si es verdad lo de la piscina", "¿vas mucho a ese antro? A ver si coincidimos"), aunque mañana no puede porque tiene que cuidar de los hijos de la vecina del quinto. Al final, te acuestas a las 3 de la mañana pensando que eres un triunfador, que la tienes en el bote. Tío, estás ciego.

Lunes. Te levantas y te ha puesto un whatsapp: "¿Qué tal guapetón?" Tú ya no cabes en ti. Cuando habláis es todavía más maja, más agradable, saca esa falsa modestia que solo ellas consi... ¡¡HOSTIA PUTA!! ¡Si eso ya lo pensaste ayer! Y entonces lo comprendes todo. Esta tía no quieres quedar contigo: quiere HABLAR de quedar contigo. Esa mujer no quiere liarse contigo: quiere HABLAR de liarse contigo. Esa mujer, en definitiva, no se tendrá sexo contigo, va a HABLAR de tener sexo contigo.

No te fustigues: no eres ni el primero ni el último que le pasa. Es un caso muy habitual: es una mujer MSN (un modelo de hembra que el Buitre Beodo avistó por primera vez en Messenger, los años nos contemplan).  No le gusta el cine, si no los trailers que ponen antes. No le gusta el teatro, si no la estancia en la antesala. No le gustan los libros, si no el resumen de la contraportada. En definitiva: solamente le gusta tontear, zorrear, restregarse, bailar guarro, emborracharte y darte abracitos... PERO NO QUIERE SEXO. 
Lo siento muchacho, mejor no lo intentes más.


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