sábado, 24 de marzo de 2012

La confianza no siempre da asco

La sabana de la seducción es peligrosa y eso, la Comisión del Buitre Beodo lo sabe. Lo que parecía una de esas noches que a la mañana siguiente no vas a recordar, llena de ingentes cantidades de alcohol, música taladrante de fondo y gnomos de colores que no sabes que hacen ahí, se convierte en un reto, en una prueba más para el solitario buitre. Aparece un cervatillo.

Hemos visto como entender a los cervatillos en otras entradas, como distinguirlos e incluso como entrarles para conseguir nuestros más detestables objetivos, que, a veces y por suerte, también son los suyos. Pero no podemos pararnos ahí y la Comisión quiere enseñarte sutilezas para emprender nuevas aventuras entre sus piernas, pues, con tanto alcohol, nuestra línea entre seducción y acoso sexual se vuelve cada vez más fina.

La noche es larga pero no eterna. Has conseguido entrarla/conocerla con algún tipo de artimaña rastrera propia o que este blog te ha enseñado y estás hablando con ella. A pesar de lo que puedas pensar no se van a divertir hablando 5 horas contigo, las mismas horas que tienes para lanzarte a su cuello. Así, debes centrarte y romper, lo que nosotros llamamos, la barrera de la confianza.

La barrera de la confianza es un momento dado en cualquier tipo de relación entre personas donde comienza el contacto físico (no tiene por qué ser sexual, deja de pensar con esa cabeza). Ese, en principio, insignificante  hecho rompe una barrera tras la cual se crea una situación de confianza en la que ella, que es tu objetivo, se volverá más dócil y vulnerable. Nuestro objetivo es proveernos de las herramientas suficientes para provocar esa toma de contacto que rompa la barrera de la confianza y en el que tú puedas seguir desenvolviendo tus más oscuros juegos para que el cervatillo no escape.

Pero cuidado. Te conocemos porque nos conocemos, y como nosotros nos equivocamos, tú también te equivocarás. Eres un buitre, un gran buitre, pero como nosotros, eres beodo en las noches de juerga. Una mezcla de vodka, whisky y ron corren galopantes por tus venas, y si no actúas bien, esa noche va a ser lo único que va a galopar de tu cuerpo. Una cosa es el contacto, que podrá ir a mayor, y otra meter mano a la primera. Esta última suele empezar y acabar con una hostia. Recomendamos empezar sutiles. Todo llegará.

Como sabemos que tu capacidad para pensar en esos momentos estará mermada, ahí van unas cuantas ideas para crear ese contacto:

  • Primer saludo. Para desenvolverte y entender un poco de lo que te hablamos no seas soso, no la des dos besos y ya. Cuando te la presenten o la saludes la coges el brazo como si fuera un gesto natural o la mano a la cintura. Es lo más insignificante que deberías hacer, pero por que te vayas soltando.
  •  Oídos sordos, manos sueltas. Si te encuentras en una discoteca, pub, antro de música alta, tienes la excusa perfecta. Si estas hablando con ella no oirás nada por la música, algo que quizá en algún momento te parezca gloria. Pero esa música alta es la excusa perfecta. Finge que no la escuchas y empieza a acortar distancias, a arrimarla tú, apoyarte en su brazo para acercarte a escucharla y no quitarlo, etc. Dale un poco a la imaginación pero aprovecha la situación. Dos copas más y no serás capaz ni de escuchar la música. El tiempo corre, el whisky también.
  • Restreguetón. Esa música que no para de repetir cosas como 'Dale mami', 'Súbelo/bájalo' o que la eches gasolina, puede convertirse en tu mejor amiga. Lo se, parece imposible pero es cierto. Ponte a bailar y restriega cebolleta. Buitre 1, barrera de la confianza 0.
  • Huida ensayada. No todas las situaciones se te presentarán en una discoteca. Si te encuentras en un sitio con mejor acústica y gente, véase un botellón, utilizaremos otros modos. Siempre y cuando ignores esos gnomos de colores (deja de beber y céntrate) ensayarás una excusa con la que agarrarás al cervatillo de donde quieras y la apartarás del grupo. Objetivo 1: establecer contacto (conseguido). Objetivo 2: Quedarte a solas (conseguido). Te quitas así la pesadez de no poder entrarla por tener a un grupo de individuos mirando o la típica amiga toca-huevos. Esta 'huida ensayada' podrá venir precedida de cosas como "No aguanto a este tío/a (lo dices al oído), vamos un poco más para allá porfa" o "Que tema más aburrido para estar de fiesta, vamos a dejarles con lo suyo", etc. ¿Entiendes la idea no?
  • Playa vaya vaya. Porque no todo es cazar entre vasos de plástico rotos y música atronadora tenemos el más clásico de los clásicos: dar crema en la playa. Es una situación en la que no puedes escudarte en el alcohol, pero si romper la barrera. Ello no te aseguro el éxito, pero sí estar un paso más cerca de él.
Ya lo decía tu abuela, la confianza da asco, y lo que pasa por tu cabeza cuando estas en plena caza no lo da menos. Aquí te dejamos un pasito más que te ayuda a cazar el preciado ciervo. No es ni el primer paso, ni el último. Ahora sí es momento de pensar con las dos cabezas, salir a la sabana de la seducción y darlas "con fianza".

No hay comentarios:

Publicar un comentario