A menudo, pensamos que el cervatillo herido es un animal ingenuo e
indefenso, que busca huir de buitres como tú. En ese caso, estás
equivocado. Suelta la litrona, pídele al duendecillo verde que se calle y
escucha. Ellas no son muy diferentes a ti, el puritanismo murió
(¡viva!) hace tiempo y desde entonces, la liberación de la mujer nos ha dado muchas satisfacciones. Quítate la venda y observa que quieren lo mismo que tú. Son lobas con
piel de cervatillo, están sedientas de carne y tú vas a tener lomo que dar.
Por
desgracia vivimos en una sociedad aún con algún que otro comportamiento machista y eso impide que ellas puedan actuar con total
libertad. Tienes que mover ficha tú. Sabes que quieren, sabes que
quieres pero no consigues que la batalla acabe entre sábanas. No
desesperes, nosotros te decimos cómo.
Se trata de ser 'el hombre invisible'. Su mayor preocupación en ese momento es su imagen frente al grupo. Cualquier reacción basta para que sea criticada y, por miedo, será reticente a acostarse contigo. 'El hombre invisible' tiene que conseguir que ella piense
que si se acuesta contigo no lo sabrá nadie. Crea esa esfera de
secretismo y disimulo, de desconocimiento del grupo, donde ella pueda desenvolverse libremente, sacar
su fiera y coronarte el Everest. Cada vez que utilices una
de nuestras sucias o tus propias estrategias no olvides ser también 'un hombre invisible', ser discreto. Si ella se da cuenta que contigo nadie va
a saber nada, vaya si va a aullar. El cómo conseguirlo es cosa tuya, dale a la imaginación, pero que en su cabeza se forje la idea que puede hacer contigo lo que se le antoje sin que nadie se entere.
Se lo que estás
pensando "¡Que buena idea! Pero quiero contárselo a mis amigos". Que te
crees, ¿que ella no lo va a contar? Pobre necio, lo va a contar a sus amigas, cada detalle (siempre lo hacen) y, por
supuesto, tú no vas a ser menos con tus amigos. Pero hasta entonces se discreto, caza en silencio y disfruta la batalla,
que en ésta no sera precisamente la sangre lo que corra. Y ya sabes, no menciones al Buitre Beodo.
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